El Ministerio de Salud activó las medidas de bioseguridad nivel cuatro para el personal de salud que atiende a los dos médicos que están en terapia intensiva y que padecen un virus aún no identificado, pero también hace un seguimiento minucioso de las personas que tuvieron contacto con los galenos, como sus familiares.
De acuerdo con datos proporcionados, Gustavo Vidales, médico gastroenterólogo, y Marco Ortiz, médico general, fueron los que atendieron a la internista Ximena Cuellar, que presumiblemente falleció (4 de junio) en el Instituto de Gastroenterología Boliviano-Japonés.
Luego de una reunión técnica de emergencia, la ministra Gabriela Montaño confirmó ayer que hasta el momento se desconoce la enfermedad que afecta a los médicos y con la que murió Cuellar; sin embargo, aseguró que entre las hipótesis está una enfermedad viral. Descartó una emergencia epidemiológica y adelantó que dos expertos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) llegarán al país para reforzar el trabajo de diagnóstico epidemiológico.
“Vamos a utilizar el antiviral Rivaninina para todo el personal de salud que está atendiendo a los pacientes. (Vamos a utilizar) todos los mecanismos de bioseguridad nivel cuatro, eso significa que tienen que utilizar un tipo de barbijos especiales, guantes especiales, batas especiales y estamos dotando en este momento 100 equipos para el hospital Obrero y la Caja Nacional (donde están siendo atendidos ambos médicos) para que puedan tener suficiente material todos los trabajadores en salud”, dijo Montaño.
Agregó que otras medidas que se están tomando están relacionados con el tratamiento de estos pacientes a quienes se les está suministrando suero hiperinmune “y ojalá pueda ser un tratamiento favorable”. Montaño dijo que como
Ministerio de Salud se está garantizando un lote de Ribavirina, un antiviral que será utilizado, fundamentalmente en el personal de salud.
Laboratorios
Montaño agregó que los laboratorios realizados a los médicos como a la internista de Caranavi que falleció descartaron influenza, dengue, chikungunya, entre otros virus, por ello enviaron otras muestras al Centro Nacional de
Enfermedades Tropicales (Cenetrop) y en el Instituto Nacional de Laboratorios de Salud (Inlasa), cuyos resultados “iniciales” se tendrán en 48 horas
También se las envió al Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Atlanta, Estados Unidos. Se prevé que los resultados finales lleguen en 14 días.
LA OPS, ATENTA PARA PRESTAR APOYO
El representante de la OPS, Alfanso Tenorio, aseguró que el Ministerio de Salud tiene la capacidad para atender este tipo de casos epidemiológicos. Además, el organismo está atento a brindar colaboración si se lo requiere.
“El país tiene las condiciones, el equipo y el personal formado para tomar las medidas diagnósticas, de tratamiento, manejo clínico y las medidas de control epidemiológica”, aseguró el representante del organismo internacional.
Agregó que en las siguientes horas llegarán a Bolivia expertos brasileños infectólogos, expertos clínicos y laboratoriales.
DRAMA Y PREOCUPACIÓN DE LOS FAMILIARES DE MÉDICOS
REDACCIÓN CENTRAL
Los familiares de Gustavo Vidales, médico gastroenterólogo; y de Marco Ortiz, médico general, en contacto con Los Tiempos pidieron a las autoridades de salud extremar los esfuerzos para identificar cuál es el virus que padecen. “Mi cuñada le ha visto, (él) no puede hablar, sus defensas han caído totalmente”, dijo Gonzalo Flores familiar de Ortiz.
Señaló que el médico acudió el miércoles a la Caja Petrolera “con síntomas de un fuerte resfrío, luego han decidido internarlo. Estamos muy preocupados”, dijo.
La esposa del galeno y sus dos hijos fueron contactados por el Servicio Departamental de Salud de La Paz para proceder con los laboratorios.
En tanto, la esposa de Gustavo Vidales, en un breve contacto, dijo que su esposo seguía internado en terapia intensiva y que continúa con el tratamiento establecido. “Sólo eso le podría informar, no me dijeron nada más”, señaló acongojada.
Vidales trabaja en el Instituto Gastroenterológico Boliviano-Japonés donde atendió, hace algunas semanas, a la internista Ximena Cuellar. Ella venía del hospital de Caranavi con un diagnóstico grave relacionado con fiebre y hemorragia; luego falleció el 4 de junio.
Los familiares de Cuellar señalaron que la médico internista participó en una fumigación de un criadero de mosquitos, pese a sentirse mal el 23 de mayo, seguía trabajando. Ella dijo a sus familiares que tenía dengue.
LOS TIEMPOS