El bloqueo de carreteras en diferentes puntos del país, impulsado por organizaciones sociales que rechazan la renuncia de Evo Morales a la presidencia de Bolivia, provocó el desabastecimiento de alimentos, como verduras y hortalizas, en el departamento de Santa Cruz, además que esas movilizaciones inciden en la escasez de combustibles líquidos y GLP en La Paz por el bloqueo a la planta de Senkata.
En Santa Cruz los bloqueos instalados en Tiquipaya, Petacas, Tarumá, Los Negros y Mairana impiden el paso diario de 120 camiones, que transportan verduras y hortalizas hacia la capital cruceña. Estos productos, hasta ayer, en el tercer día de bloqueo, empezaron a escasear en los centros de abastecimiento.
Según el asambleísta departamental por la provincia Florida, Reinaldo Seas, existe una fuerte preocupación en las asociaciones de productores por el perjuicio económico que generó la medida de presión, puesto que varias toneladas de verduras fueron desechadas.
El asambleísta pidió colaboración a la Policía para despejar los puntos de bloqueo en la antigua carretera Santa Cruz–Cochabamba, puesto que, según él, existe el riesgo de que los manifestantes tomen la estación de bombeo de transporte de gas y petróleo a Cochabamba, ubicada en el municipio de Samaipata.
“Llamamos a la pacificación y pedimos a los alcaldes y subcentrales afines al MAS (Movimiento Al Socialismo), que encabezan las medidas, que no afecten a productores ni el esfuerzo de más de tres meses de trabajo”, agregó.
La Paz experimenta desde el pasado jueves una escasez de gasolina, diésel, GLP y gas natural destinado a las industrias, debido al bloqueo instalado en inmediaciones de la planta de Senkata de El Alto, que impide la salida de camiones distribuidores de mencionados productos.
El ministro de Hidrocarburos, Víctor Hugo Zamora, admitió que el problema es complejo porque la falta de combustibles en La Paz ya es evidente. Indicó que los grupos movilizados exigen la renuncia de la presidente Jeanine Áñez y que ello no puede ser aceptado.
Sin embargo, dijo que gestionará el diálogo con los representantes de los grupos movilizados en búsqueda de levantar los bloqueos y que el abastecimiento de combustibles a La Paz se regularice.
A través de un comunicado, el vicepresidente nacional de operaciones de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Gonzalo Saavedra, informó que también existen puntos de bloqueo próximos a la planta de urea y amoniaco, ubicada en Bulo Bulo, además del tramo Villa Tunari–Cristal Mayu, donde se interrumpió el suministro de gas en el gasoducto Carrasco Cochabamba (GCC) por la ruptura del mismo.
Aunque YPFB no precisó los motivos del daño en el gasoducto, Zamora señaló que se trata de un boicot a la actual gestión de Gobierno provocado por grupos armados afines al MAS, que provocaron la explosión del ducto y la destrucción de éste en una longitud de al menos 200 metros.
La ruptura del gasoducto también afecta a aproximadamente 65 industrias de Cochabamba, las cuales se vieron obligadas a detener sus funciones ante la falta del gas.
7 días tardará la reparación
La refacción del gasoducto demandará una semana; el problema es que no se puede llegar al lugar.
CRISIS
Buscan diálogo con sectores de El Alto
El ministro de la Presidencia, Jerjes Justiniano, anunció ayer que sostendrá reuniones con diversos sectores para pacificar El Alto y evitar el desabastecimiento de combustibles en esa urbe y en La Paz.
“Me voy a reunir con sectores sociales en la ciudad de El Alto para llegar a una pacificación, a un diálogo y a una concertación, porque al fin y al cabo ese bloqueo perjudica absolutamente a todos”, dijo.
En una rueda de prensa en el Palacio de Gobierno, Justiniano informó que tiene previsto reunirse con los dirigentes de organizaciones y vecinos que instalaron un bloqueo en inmediaciones de la planta de Senkata, donde la petrolera estatal YPFB almacena combustibles y garrafas de Gas Licuado de Petróleo (GLP).
LOS TIEMPOS/