Unos 300 uniformados ingresaron este domingo al pueblo de Trinidad Pampa, en los Yungas de La Paz, donde el sábado murió el cocalero Miguel Coico, de 22 años, supuestamente por venganza. Se informó que la calma retorna de a poco a esa localidad cocalera del municipio de Coripata.
“Estamos en el pueblo y aquí la gente volvió a sus actividades, todos pueden entrar y salir de Trinidad Pampa con normalidad, pero nos quedaremos hasta una nueva orden”, confirmó el coronel Jorge Pizarro, director departamental de Policía de La Paz.
Pizarro indicó que la Fiscalía inició las investigaciones por la muerte de Coico, mientras que un médico forense llegó desde La Paz hasta esa comunidad y realizó la autopsia de ley al cadáver, que, según los primeros informes, falleció por cortes con arma blanca.
Aparte, dos familiares que acompañaban a la víctima son atendidos en la ciudad de La Paz. Tatiana Coico se encuentra en el Hospital de Clínicas y será intervenida quirúrgicamente, mientras que Héctor Coico está en el Hospital del Tórax y su cuadro es estable.
La región cocalera de los Yungas está marcada por la violencia en los últimos días. En Trinidad Pampa hay una pugna entre sectores afines a la Asociación Departamental de Productores de Coca (Adepcoca) de La Paz y al partido gubernamental, el Movimiento Al Socialismo (MAS). El jueves se produjeron enfrentamientos que dejaron destrozos.
El viernes, la Policía realizó un operativo en la sede de Adepcoca en la ciudad de La Paz, para atrapar a dirigentes con orden de captura por el asesinato del secretario de Hacienda del Consejo de las Federaciones Campesinas de los Yungas de La Paz (Cofecay) en La Asunta, Eduardo Apaza. En la redada de encontró explosivos y hubo amagos de enfrentamiento con cocaleros.
LA RAZON