Tras dos años de batalla, la tarde del jueves falleció Teodosia Sonko, la enferma con cáncer que destapó una red de corrupción y tráfico de pacientes en las unidades de Radioterapia del Hospital de Clínicas y del Obrero. Su esposo e hijos lloran su partida y afirman que no bajarán los brazos y que continuarán con la lucha de Teodosia en busca de justicia.
“No nos vamos a quedar de brazos cruzados. Esto no puede quedarse así, ya le pasó a mi familia y mientras los responsables no sean sentenciados y estén detrás las rejas, puede pasarle a muchas familias más. Mi Teodosia se ha ido dejándonos con un dolor y una pena que no sanarán. Me la llevo a que descanse allá de donde somos”, señaló Valerio Ruffo, el esposo de Teodosia Sonco.
En abril de 2018, Sonco develó cobros irregulares por parte del oncólogo Aldo Q., quien se negaba a entregarle un informe médico del tratamiento que recibió en la Unidad de Radioterapia de Hospital de Clínicas. A su denuncia se sumaron más víctimas y en menos de un mes las investigaciones por corrupción se ampliaron al Hospital Obrero de la Caja Nacional de Salud (CNS).
Hasta la hora de su muerte, Teodosia no logró que le entreguen su historial médico, documento que le hubiera permitido acceder a un tratamiento en otro nosocomio. Su cuerpo fue trasladado la tarde de ayer a la población de Pasto Pata municipio de Chulumani, en Sud Yungas.
Justicia para Teodosia
“Justicia. Hay que conseguir que se haga justicia, para mí, para los otros”, fue uno de los últimos encargos que Teodosia dejó a su esposo e hijos antes de partir de este mundo. Desde hace dos semanas, cuando fue desahuciada porque su cáncer de vesícula se había extendido a los huesos y pulmones, su vida se fue consumiendo entre el dolor que le causaba la enfermedad y la resignación de dejar a sus seres queridos.
“Era una madre 10 puntos, quienes la conocían pueden confirmar que era muy buena con todos. Era muy amorosa, responsable y muy luchona. Mi madre ha pasado a mejor vida porque la situación en la que estaba no tenía nombre”, dijo su hija Marlen mientras preparaba el ataúd en el que reposará el cuerpo de Teodosia.
Conducida por sus seres queridos, en un féretro cubierto de flores la esposa, madre y abuela partió rumbo a su tierra, Pasto Pata en Sud Yungas. Allí se decidió que sea su última morada.
“Nosotros somos de allá. No conocíamos la ciudad hasta que mi esposa se enfermó. Llegamos hace dos años en busca de una cura y ahora me voy con su cuerpo sin vida”, lamentó Valerio.
Cuando llegó a la ciudad de La Paz y supo que padecía cáncer de vesícula, pensó que lo mejor era ir a un consultorio privado. Así conoció al oncólogo Aldo Q.
El especialista le ofreció curar el cáncer que la aquejaba, con radioterapia, en un equipo moderno de una clínica privada. Para llevar a cabo el tratamiento le pidió 12.000 bolivianos que debían ser pagados en varias cuotas.
Ya había logrado pagar 8.000 bolivianos -en pagos por los que nunca le dieron ningún recibo- cuando Teodosia se enteró que la unidad que la atendía no era de un hospital privado sino de uno público y que el costo era mucho menor al que Aldo Q. le pidió.
Al no poder cancelar los 4.000 bolivianos restantes solicitó al médico una rebaja, pero éste se negó y la amenazó con no entregarle el informe sobre los resultados de la radioterapia. Según las investigaciones los documentos están perdidos.
“Si hubiéramos tenido esos informes hubiéramos podido ir a otros médicos. No importaba el precio, hubiera pedido ayuda, la gente es de buen corazón. Sé que me hubieran ayudado. Pero no teníamos con qué ir, en todo lado nos pedían esos resultados”, lamentó su esposo.
Con cariño y pena, Valerio acomodó el ataúd dentro de un minibús para llevar a Teodosia a los Yungas. Sus nietos e hijos se acomodaron a su alrededor para acompañarla en el camino.
“Solo esperamos que pase este momento amargo, luego no pararemos hasta que se sancione a los culpables. Solo así habrá justicia”, aseveró su hija Marlen.
Tráfico de pacientes
- Denuncia El 29 de abril de 2018 Página Siete reveló la historia de Teodosia, una paciente con cáncer que destapó un caso de corrupción en el Hospital de Clínicas.
- Víctimas Un mes después las investigaciones evidenciaban un tráfico de pacientes que llegaba hasta el Hospital Obrero.
- Intervención Se arrestaron a 12 personas en una intervención policial a las unidades de Radioterapia del Hospital de Clínicas y del Obrero. Siete de los implicados, incluyendo a Aldo Q. fueron beneficiados con detención domiciliaria.
La mañana de ayer la Asociación de Personas con Cáncer, Familiares y Voluntarios emitió un pronunciamiento por el fallecimiento de Teodosia. En él expresó su indignación por su lamentable muerte que ocurrió antes de que pudiera encontrar justicia. La organización le agradeció por haber denunciado la corrupción de la que fue víctima.
“En abril de 2018 salió a la luz una cruel realidad: el cáncer es un buen negocio del que muchos mercaderes viven porque saben que sus víctimas -los pacientes con cáncer y sus familias- son capaces de darlo todo por menos dolor y más tiempo de vida”, señala el comunicado.
En el documento, la Asociación hizo un recuento cronológico de todo el caso de Teodosia. Relata que en abril pasado, en la reconstrucción de los hechos que se hizo en el Hospital de Clínicas, sus compañeros notaron cómo su salud empeoraba. La noticia de que el cáncer se había extendido les llegó un mes después.
Los miembros de la asociación lamentaron que Teodosia haya partido sin antes haber encontrado justicia para la denuncia que hizo pública.
“Teodosia, gracias por luchar con valentía contra la corrupción de la que fuiste víctima, gracias por no callar, gracias por pedir en voz alta ¡justicia!. Hermana guerrera, tu valentía nos inspira a continuar. Te prometemos vigilar que nadie se aproveche de la esperanza de los pacientes. Te abrazamos con nuestros corazones hasta el cielo. Descansa en paz”.
La Asociación aseveró que continuará con el pedido de justicia en memoria de Teodosia, Alfredo Saavedra y Eulogia Cabrera, quienes fueron víctimas de una red de corrupción.
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