El ministro de Gobierno, Arturo Murillo, advirtió este sábado de las “consecuencias” que puede tener atentar contra un militar o un policía.
“Si tocan a un solo soldado o policía nuestro, después no se quejen de las consecuencias”, manifestó la autoridad, al referirse a la orden que se dio a las Fuerzas Armadas (FFAA), de enviar una patrulla para resguardar la represa de Misicuni, en Cochabamba, que fue blanco de amenazas de un posible atentado.
El Ministro declaró que el Gobierno quiere “llevar la fiesta en paz”, pero que cualquier ataque a los uniformados tendrá consecuencias.
La autoridad también acusó a la Gobernación de Cochabamba de pedir que las fuerzas del orden desalojen la represa por —según él— no haber coordinado las tareas de seguridad.
“Dice que tenemos hasta las 12:00 para abandonar los predios (de la represa) porque no hemos consensuado con ellos. Se hizo las coordinaciones con el presidente del directorio y el gerente general de la represa de Misicuni”, afirmó al respecto el comandante del Comando Estratégico Operacional (CEO), de las Fuerzas Armadas, Alfredo Cuellar.
Hace unos días el Gobierno denunció una serie de atentados contra antenas de telecomunicaciones en regiones como el Chapare, San Julián y Yapacaní. En todos estos sectores, grupos de personas quemaron los artefactos bajo el argumento de que eran “focos de propagación” de la Covid-19.
El ministro Murillo apuntó a Evo Morales y Luis Arce Catacora como los directos responsables de estos hechos de violencia y las amenazas que recibieron.
Además, anunció que iniciarán un proceso contra el secretario general de la Gobernación de Cochabamba, por la advertencia de desalojo a las Fuerzas Armadas. “No tenemos por qué tener que pedir permiso para cuidar lo que es de los bolivianos”, sostuvo Murillo.
PAGINA SIETE/