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El presidente Evo Morales socializó hoy los logros de su gestión y los nuevos proyectos para fortalecer el desarrollo sostenido que ha tenido Bolivia en los últimos años, liderando el crecimiento económico de la región, y presentó la “Agenda del Bicentenario”, que plantea 13 pilares de la “Bolivia Digna y Soberana”.
En una entrevista con el Programa “El Pueblo es Noticia”, que se difunde por los medios estatales, el jefe de Estado dijo que la tarea fundamental a partir de ahora es construir con claridad los pilares fundamentales para levantar una nueva sociedad y un Estado más incluyente, más participativo, más democrático, sin discriminación, sin racismo, sin odios y sin división, como manda la Constitución.
El Primer Mandatario enumeró la “Expresa Pobreza” como el primer pilar de la Agenda del Bicentenario, que se recordará en 2025, y consideró que la extrema pobreza es “un insulto para el país”, que es altamente rico en recursos naturales y donde se promueve la construcción del socialismo comunitario.
Dijo que en Bolivia todavía la mayor parte de la extrema pobreza, en su dimensión material, tiene rostro indígena campesino, de mujeres, niñas y niños.
Afirmó que comunidades enteras, con rica tradición cultural, histórica y social, viven en condiciones de pobreza material debido a los impactos de los procesos de colonización, expropiación de sus tierras y saqueo de sus recursos naturales.
Planteó la “Socialización y universalización de los servicios básicos con soberanía para vivir bien”, como segundo pilar fundamental de la Agenda del Bicentenario, al recordar que la Constitución Política del Estado establece que los servicios básicos constituyen derechos humanos y que no pueden ser un negocio privado para generar lucro y ganancias privadas a costa de la pobreza.
Morales afirmó que es obligación del Estado garantizar el pleno acceso del pueblo boliviano a esos servicios en condiciones equitativas y en equilibrio y armonía con la Madre Tierra.
Esa propuesta esboza, que todos los bolivianos y bolivianas, tengan servicios de agua potable y alcantarillado, servicios de comunicación telefónica e internet, servicios de energía eléctrica y luz y que estén integrados a través de sistemas de comunicación vial, fluvial, aérea y satelital.
Salud, Educación y Deporte para la formación de un ser humano integral, es el tercer pilar de la Agenda del Bicentenario, que recuerda que esas actividades son dimensiones fundamentales de la vida.
El Mandatario recordó que el 100% de los bolivianos tienen acceso a la salud con la reciente promulgación del Sistema Único de Salud, que otorgará atención gratuita a más de 5 millones de habitantes que carecían de ese servicio; así como so a los servicios de educación básica, técnica y superior públicos y gratuitos, además para la creación de arte y cultura.
La Agenda del Bicentenario plantea como pilar 4 y fundamental la “Soberanía científica y tecnológica con identidad propia” al considerar que Bolivia se constituye en un centro de innovación tecnológica de alimentos nutritivos y medicinales, además, ha incrementado y mejorado sustancialmente sus profesionales, técnicos, académicos, científicos y expertos en tecnología de alto nivel, formados con el apoyo del Estado.
El pilar 5 establece la “Soberanía comunitaria financiera sin servilismo al capitalismo financiero” y propone no puede depender de los “satélites financieros del capitalismo” que promueven recetas de desarrollo neoliberales, privatizadoras y mercantilistas y que chantajean a los Estados y pueblos.
Condicionando los créditos y las donaciones al cumplimiento de acciones y políticas de facilitación de la inversión privada y transnacional con favoritismos, abriendo las puertas al saqueo, remarca ese punto.
“Soberanía productiva con diversificación y desarrollo integral sin la dictadura del mercado capitalista”, plantea el sexto pilar de la Agenda del Bicentenario porque Bolivia habrá consolidado un sector hidrocarburífero y minero con un significativo incremento de las reservas naturales de gas y de los recursos mineros y metales, garantizando que en su producción se utilicen las mejores tecnologías disponibles para prevenir, mitigar y remediar los daños causados y para restaurar los componentes y las zonas de vida de la Madre Tierra que resultan de estas actividades.
El objetivo es que Bolivia deje de forma progresiva la herencia colonial y republicana de ser solamente un país hidrocarburífero y minero.
Bolivia al año 2025 será un país productor y transformador de alimentos, productor y exportador de energía eléctrica aprovechando plenamente su potencial hidroeléctrico y desarrollando exitosamente proyectos de energías renovables de gran capacidad de generación (como energía eólica, aprovechamiento de biomasa, geotérmica, solar, entre otras), un país turístico, artesanal y manufacturero, productor y exportador de productos alimentarios únicos y otros de consumo masivo y con alto valor agregado, articulador de servicios de comunicación y transportes y contará con valiosos recursos humanos con conocimientos científicos y tecnológicos que aportan a la construcción de la patria, remarca ese punto.
El pilar 7 plantea la “Soberanía sobre nuestros recursos naturales con nacionalización, Industrialización y comercialización en armonía y equilibrio con la Madre Tierra”.
Se recuerda que en Bolivia todos los recursos naturales y servicios estratégicos, sin excepción, han sido nacionalizados y están administrados por el Estado Plurinacional, habiéndose fortalecido sus empresas estatales estrategias con este fin.
“Es tiempo de avanzar en la industrialización y transformación de estos recursos estratégicos con pasos firmes y decididos y superando todos los obstáculos que puedan aparecer en el camino. La industrialización y transformación de nuestros recursos estratégicos son la base para avanzar en la erradicación de la extrema pobreza y contribuir al desarrollo integral del pueblo boliviano. La base de este proceso son nuestros propios técnicos y profesionales bolivianas y bolivianos altamente capacitados y formados con el apoyo y promoción del Estado”, justifica la propuesta.
La Agenda del Bicentenario plantea como pilar 8 la “Soberanía alimentaria a través de la construcción del saber alimentarse para vivir bien”.
En este punto, se recuerda que Bolivia produce todos los alimentos que consume su población, respetando la diversidad cultural y sus preferencias alimenticias, incluyendo diversidad de cereales, tubérculos, hortalizas y frutas, al puntualizar que se implementaron programas intersectoriales sobre agricultura familiar comunitaria sustentable para la producción, transformación y comercialización de alimentos, promoción de acciones de alimentación y nutrición en todo el ciclo de la vida; acceso a la tierra y territorio con agua para la vida y buena producción; educación para la alimentación y nutrición; y más y mejor empleo e ingresos para el pueblo boliviano.
El pilar 9 se refiere a la “soberanía ambiental con desarrollo integra, respetando los derechos de la Madre Tierra, en la legislación, tratados y acuerdos internacionales”.
Mientras la sociedad capitalista está avanzando hacia la mercantilización completa de la naturaleza, los negocios con la naturaleza que benefician a las transnacionales y a las empresas privadas, Bolivia es el ejemplo en el ámbito plurinacional en lo que se refiere a la conservación de los componentes, zonas y sistemas de vida de la Madre Tierra en el marco de un manejo integral y sustentable. Esto significa aprovechar los componentes de la Madre Tierra garantizando el sostenimiento de sus capacidades de regeneración.
“La integración complementaria de los pueblos con soberanía” es el punto 10 de la Agenda del Bicentenario al recordar que Bolivia ha fortalecido los organismos multilaterales como UNASUR, CELAC y MERCOSUR y otros acuerdos para construir y fortalecer las alianzas del sur generando encuentros y coaliciones con otros pueblos de África y Asia, así con los pueblos del norte.
“El sur debe emerger como potencia industrial, tecnológica, política y financiera, debilitando los medios de dominación de las potencias imperiales, reconfigurando las relaciones y las estrategias de poder geopolítico en los distintos continentes del mundo. Los instrumentos para el control monopólico del imperialismo deben ser debilitados y esos instrumentos son la tecnología, el control de recursos naturales, los sistemas financieros y los medios de comunicación. Debemos construir un mecanismo de cooperación en el sur que nos permita romper estos instrumentos de control y desarrollarnos soberanamente con estos instrumentos en nuestras manos”, establece este punto.
“Soberanía y transparencia en la gestión pública bajo los principios de no robar, no mentir y no ser flojo”, es el pilar 11, que remarca que Bolivia tiene un sistema de gobierno plurinacional fortalecido, con un sistema judicial transparente, con ética y compromiso con la verdad.
Sin embargo, debemos tener claro que no puede haber Estado fuerte si no hay transparencia, ética y moral en la administración pública. Un Estado con funcionarios públicos injustos, corruptos, oportunistas, ladrones y flojos es un estado anti patria. Los funcionarios públicos corruptos, así como los políticos que buscan el poder del Estado para tener la oportunidad de hacerse ricos, robando y engañando son traidores a la patria, establece ese pilar de la Agenda del Bicentenario.
La propuesta planteada por el Primer Mandatario establece como pilar 12 el “disfrute y la felicidad plena de nuestras fiestas, de nuestra música, nuestros ríos, nuestra selva, nuestras montañas, nuestros nevados, de nuestro aire limpio, de nuestros sueños”.
Alcanzar los objetivos en este punto tiene la facilidad de que los bolivianos vivimos en complementariedad, solidaridad y respeto, promoviendo de manera conjunta los derechos de la Madre Tierra, los derechos sociales, económicos y culturales y el derecho de todo el pueblo a vivir en una sociedad justa y equitativa, sin pobreza.
El Primer mandatario dijo que otro pilar fundamental de la Agenda del Bicentenario es el 13, que tiene que ver con el “reencuentro soberano con nuestra alegría, felicidad, prosperidad y “nuestro mar”.
Bolivia perdió su mar por el uso de la fuerza, el militarismo, la agresión y la invasión promovidos por intereses imperiales, por la codicia de controlar y gozar de recursos naturales y riquezas en beneficio de unas élites. No fueron los pueblos los que pelearon por las costas de nuestro litoral, fueron más bien los grupos de poder que motivados por intereses imperiales mezquinos usaron el poder de las armas para capturar nuestras riquezas, fundamenta este acápite.