Brasil es campeón de la Copa América que organizó, no sin sufrimiento. El elenco peruano, que hizo un partido más que digno, puso en problemas al “scratch” en el Maracaná dejando una buena impresión para millones que lo vieron a nivel mundial
Perú comenzó el partido demostrando el orden y solidez que tuvo en los partidos anteriores contra Uruguay y Chile, donde pudo mantener su arco en cero.
Sin embargo, a los 15 minutos, el “crack” del Manchester City, Gabriel Jesús, desbordó con sus amagues por el lado izquierdo del área peruana y puso un centro pasado, que fue rematado por Everton, que por sorpresa llegó sin marca por el lado opuesto.
Un gol tempranero de Brasil jugando de local puede ser letal para el rival, pero Perú no bajó los brazos y tuvo su premio a los 40 minutos del primer tiempo, cuando una jugada de toque en ataque terminó en penal, luego de que el defensor Thiago Silva, al barrerse, tocó el balón con la mano.
A los 33 minutos, Paolo Guerrero, el símbolo peruano, cambió el penal por gol. Parecía que el primer tiempo acabaría en empate, pero Brasil dio la lucha.
El delantero Firminho presionó una salida de la defensa peruana y logró recuperar la pelota, Arthur hizo un pase a Gabriel Jesús, que en el borde del área aprovechó que el defensor trastabilló para definir al poste derecho de Gallese a los 48 minutos.
En el segundo tiempo, Perú salió con la obligación de empatar. Al promediar la etapa final, los peruanos pusieron a Brasil contra las cuerdas, más aún después de que Gabriel Jesús fue expulsado por una doble tarjeta amarilla.
Brasil resistió el embate peruano. Con los jugados que entraron de refresco y las faltas de los peruanos, la “verde amarelha” logró “enfriar” el partido y que pasen los minutos.
Al final del partido, un contragolpe y un arranque de velocidad de Everton culminaron en un penal. El defensor peruano Zambrano dio un empujón con el hombro al brasileño que para el árbitro fue falta. Hubo dudas, porque además el referí chileno Tovar tuvo que ir al VAR para ratificar la pena máxima.
Ratificado el penal, Richarlison cobró el penal y llevó tranquilidad a la afición brasileña, que sin dudas sufrió el partido. El gol llegó como oxígeno para un Brasil que por momentos parecía asfixiado.
Terminó el partido. La emoción y lágrimas brasileñas demostraron que el pentacampeón se sacó un gran peso de encima con este título. No había ganado una Copa América desde hacer 12 años.
Perú, por el otro lado, se fue aplaudido. Nada que reclamar ni reprochar al elenco del argentino Ricardo Gareca. Brasil recobró sus glorias siendo campeón, sin embargo, Perú se ganó el respeto del continente