Una semana después de que admitiera “problemas estructurales” que causaron una cadena de incidentes en Boliviana de Aviación (BoA), el presidente Evo Morales aprobó ayer tres decretos destinados a subir los sueldos de los pilotos y financiar con otros 17,5 millones de dólares la renovación de la flota de la empresa estatal.
Un experto en aeronáutica consultado por este medio consideró, sin embargo, que el problema de BoA no es falta de inversiones, sino una mala administración de recursos.
Uno de los decretos aprobados ayer establece un financiamiento de 17,5 millones de dólares, que se destinarán a la inclusión de siete nuevas naves en la flota de BoA. Dos de estos aviones (con menos de cinco años) serán utilizados para atender las rutas internacionales Madrid y Miami.
Estos recursos también serán utilizados para la incorporación de cinco aeronaves de nueva generación en relevo de los que actualmente prestan servicio en la empresa. La primera llegará en octubre próximo, anunció Morales.
Este financiamiento se suma a otros realizados en los últimos años. En 2017, se destinó 22 millones de bolivianos (unos 3 millones de dólares) en el Centro de Entrenamiento. Ese mismo año, se erogó otros 14 millones de dólares para el alquiler de cuatro naves. Y este año, se construye el Centro de Mantenimiento por otros 15 millones de dólares.
Pilotos
El segundo decreto autoriza un incremento variable para pilotos de la línea aérea y que beneficiará a este grupo en un promedio del 25 por ciento, en función a la cantidad de horas voladas. La semana anterior, Morales había señalado la fuga de pilotos como una de las principales causas de accidentes, dado que empresas extranjeras les ofrecían mejores sueldos.
En un cuestionario respondido la semana anterior a este medio, BoA explicó que su tripulación ganaba entre 10.900 bolivianos (copiloto) y 36.360 (pilotos instructores de largo alcance). Sin embargo, la tripulación recibió ofertas de hasta 15 mil dólares mensuales (más de 100 mil bolivianos) de empresas extranjeras.
Finalmente, el último decreto (el primero en orden de presentación) establece que BoA se convierta en la primera firma pública que adoptará la ley de empresas públicas vigentes.
Un experto en aeronáutica consultado por este medio explicó que el problema de BoA es más administrativo que falta de recursos. La empresa tiene injustificadamente una flota de 24 naves, cifra que no responde con la rentabilidad (viajes con un solo pasajero) y que, contrariamente, sólo causan sobrecarga para el personal de mantenimiento. “Para cubrir el territorio nacional y los cinco destinos internacionales bastarían 12 naves”.
Otro problema es la compra de repuestos, que no se los adquiere de forma organizada. Se adquiere repuestos que permanecen acopiados en algunos casos o se los pide de emergencia en otros, con el correspondiente recargo.
OTROS PROYECTOS Y FINANCIAMIENTOS
En 2017, se entregó un Centro de Entrenamiento Aeronáutico Civil (CEAC) de propiedad de la empresa estatal Boliviana de Aviación (BoA), en la ciudad de Cochabamba con una inversión de 22 millones de bolivianos (unos 3 millones de dólares).
El mismo año, se anunció otra inversión de 14 millones de dólares para la adquisición de otras cuatro naves.
Este año se construye el Centro de Mantenimiento de naves en Cochabamba con 15 millones de dólares.
BoA afirma que en la última década quintuplicó su patrimonio, de 122 millones a 556 millones de bolivianos.
LOS TIEMPOS/