Este domingo 7.3 millones de votantes habilitados tendrán la posibilidad de acudir a las urnas para elegir entre nueve candidatos al próximo presidente del Estado, en medio de un clima de desconfianza política sobre la transparencia del proceso organizado por el Tribunal Supremo Electoral (TSE).
El Tribunal habilitó a 7.315.364 votantes en un padrón biométrico que tampoco goza de la confianza de los actores políticos de la oposición, pese a que el Tribunal se empeñó por conseguir lograr un visto bueno de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Según los datos oficiales, en el territorio nacional 6.974.363 de electores están habilitados y 341.001 votantes en el exterior, a donde sin embargo los partidos de la oposición no alcanzan a controlar el proceso de sufragio por razones económicas y por ello habilitaron plataformas digitales para hacer seguimiento al sufragio.
Al igual que en las anteriores elecciones, los opositores acentuaron sus críticas a la pasividad de los vocales para garantizar el principio de igualdad entre aspirantes y evitar que el presidente candidato Evo Morales utilice los medios de transporte del Estado y la inauguración de obras para aparecer en público bajo el rótulo de gestión de gobierno.
El Tribunal Electoral se ha rendido ante la imposibilidad de contorlar y se acogió al consuelo de que ellos están para cumplir la norma emanada por la Asamblea Legislativa.
Similar actitud asumió durante el proceso de elecciones primarias en las que su trabajo se redujo a convocar a elecciones y anotar a los elegidos, sin verificar que si los mismos salieron de una contiendan real entre dos aspirantes o una simulación de elecciones internas.
Lo mismo ocurrió cuando recibieron reclamos de la oposición por la validez del referéndum del 21 de febrero de 2016 que ratificó la vigencia del artículo 168 de la Constitución Política del Estado, que impide la reelección indefinida. En esa oportunidad argumentaro que deben acatar la sentencia del Tribunal Constitucional que sobrepuso el concepto de derechos humanos sobre los derechos políticos para abrir la Constitución boliviana bajo el paraguas de la convencionalidad de los derechos humanos.
La otra desigualdad ingresa al campo de la publicidad política y electoral, porque mientras unos candidatos estuvieron más tiempo en los medios audiovisuales, otros tuvieron que esperar el tiempo exacto de un mes de distancia a la fecha de los comicios para lanzar su campaña de difusión.
Esto generó que las redes sociales se conviertan en el medio para rápido para comunicar mensajes y slogan políticos, porque está claro que no existe una legislación para regular a los medios digitales.
Este domingo se cierra una etapa de un proceso nunca antes visto: falta de difusión de planes de gobierno para la conducción del Estado y una ausencia de imaginación en el concepto creativo de la publicidad electoral de parte de los actores políticos. Lo primero se pudo observar porque los candidatos focalizaron sus propuestas en áreas específicas de salud, corrupción, justicia, seguridad y cuestionaron por lo mismo al otro rival.
Igualmente el proceso no pudo ofrecer a los bolivianos un debate entre aspirantes a la presidencia para una confrontación democrática de propuestas y una medicación sana sobre el conocimiento, la capacidad y el dominio sobre la cosa pública que tiene los candidatos a la silla presidencial.
Los medios de comunicación hicieron esfuerzos por abrir este espacio y se tuvieron que reducir a las invitaciones directas a programas transmitidos en vivo y directo.
A esto se añade la política de censura previa aplicada a la difusión de las encuestas de las entidades o empresas privadas que se habilitaron para la medición de la confianza ciudadana.
La muestra es el trabajo conjunto de la Fundación Jubileo y la UMSA que presentó dos encuestas que fueron observadas y vetadas en su difusión por los vocales del TSE, una prohibición que incluso llegó a los propios medios de comunicación bajo amenaza de sanciones.
Estas encuestas, independientemente de su origen, proyectan un resultado incierto porque algunos asignan más posibilidades a un candidato respeto a otro, pero el común denominador abre una probable segunda vuelta electoral que se sabrá este domingo en horas de la noche.
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