Justina Mamani, esposa del cocalero del Consejo de las Federaciones Campesinas de los Yungas de La Paz (Cofecay), Roberto Chira, dijo que su esposo no está implicado en el asesinato del dirigente de Cofecay, Eduardo Apaza, como afirmó el autor confeso del crimen: Artemio Surco Mamani.
Según el testimonio de la mujer, el día del hecho, su esposo estaba con ella en la toma de nombre de su hijo.
“Estábamos en Puerto Rico, la comunidad de Puerto Rico es testigo. Yo he bajado de mi casa a las 17:00 a comprar cosas en la feria y ahí hemos estado con mi esposo y con mi hija. Hemos repartido invitaciones”, contó la esposa de Chira a los medios de comunicación.
Luego, según el relato, la pareja y su hija asistieron al acto de la toma de nombre hasta las 23:30 y 15 minutos después la familia se retiró a su domicilio.
Surco se presentó el viernes pasado en la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) para prestar su declaración en la que confesó que es autor del asesinato y acusó a Roberto Chira Poma de haberle ofrecido 15.000 bolivianos para cometer el crimen. También acusó a los dirigentes Sergio Pampa y Edgar Bautista de estar implicados en el hecho.
La esposa de Chira asegura que conocieron a Apaza y que incluso lo consideran “un amigo” y que nunca tuvieron motivos para vengarse, atacar o pagar por la muerte de la víctima.
Admitió que su esposo no quiere ser visto porque teme que el Gobierno lo “torture” para luego obligarlo a inculparse.
“Mi esposo no tiene miedo, lo que pasa es que el Gobierno lo va a agarrar y luego lo va a torturar. Él puede ir a declarar pero tiene que haber garantías”, sostuvo.
Abogado: Buscan montar el caso
El abogado del acusado y de Pampa, Omar Durán, aseguró que el Gobierno intenta montar un caso para poder acusar a los dirigentes como lo hizo con el exprefecto de Pando, Leopoldo Fernández o el dirigente de Adepcoca, Franclin Gutiérrez, quien permanece detenido en la cárcel.
“Se culpa a Roberto Chira, pero ese día, él estaba justamente en la graduación de su hijo, había una feria y la distancia entre el lugar de los hechos y donde estaba Chira es de más de una hora y media”, afirmó el jurista.
Respecto a que si su defendido está dispuesto a declarar, Durán dijo que sí, pero que Chira pidió antes que le tomen fotografías de su cuerpo para demostrar que no tiene ninguna herida o golpe, ya que está seguro que lo torturarán para luego obligarlo a culparse del crimen.
De la misma forma, aseguró que Pampa estuvo en La Paz el día de los hechos, es decir a seis horas del sitio donde se cometió el crimen y que existen pruebas para demostrar esta versión.
FUENTE: PAGINA SIETE